Esto es lo que le sucede a tu cuerpo si accidentalmente te comes un alimento mohoso

Imagínate la siguiente escena: acabas de hacer un sándwich con tus ingredientes favoritos y le diste un mordisco. Pero, después de haber saboreado el primer bocado, notas que el pan tiene manchas de moho verde de consistencia aterciopelada. El miedo comienza a apoderarse de ti mientras te preguntas qué le está haciendo el hongo a tus entrañas. Así que ¿cuáles son las implicaciones reales de ingerir moho por accidente? Pues bien, la respuesta puede ser una sorpresa.

La verdad es que el moho es probablemente más común de lo que piensas. El Servicio de Inspección de Alimentos y Seguridad del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos explica: “Los mohos son hongos microscópicos que viven en materia vegetal o animal. Nadie sabe cuántas especies de [ellos] existen, pero las estimaciones van desde decenas de miles hasta quizás 300.000 o más".

“La mayoría [de los mohos] son organismos filamentosos, (como un hilo), y la producción de esporas es característica de los hongos en general”, continúa el servicio en su sitio web. "Estas esporas pueden ser transportadas por el aire, el agua o los insectos". Por lo tanto, las mejores condiciones para que crezca el moho son los entornos húmedos y cálidos, y alarmantemente estos hongos pueden materializarse en cualquier tamaño o forma.

Sin embargo, el moho en los alimentos no siempre se verá igual, ya que puede ser polvoriento, peludo, negro, blanco, gris, verde o amarillo. Y en 2020, la Dra. Carla Gervasio, que se especializa en medicina oriental, explicó a la revista Shape que sus esporas no solo crecen en los alimentos. Pueden estar en el aire, por ejemplo, así como en las superficies de la cocina donde preparamos nuestra comida e incluso en las esponjas con las que limpiamos nuestros platos.

Aún así, los productos comestibles son donde es más probable que detectes el moho, especialmente cuando están estropeados. Y, por supuesto, el tiempo que tardan los alimentos en no ser aptos para el consumo depende de si se han etiquetado como perecederos, semi-perecederos o no perecederos.